miércoles, 19 de mayo de 2021

THANATOS




11 de febrero de 1963

Es la hora. Limpia tu hogar y ordena la cabeza, quizás hoy te reúnas con alguien muy especial al que añoras tanto. 

El barco de la botella ha zarpado, puedo ver agua dentro de él. 
Esta vez no será un simulacro de piernas ensangrentadas, ni de pastillas en el estómago, tampoco estarás en el coche. No será necesario luchar por tu insomnio y la pérdida. Es el momento de liberarse.
Sella la cocina con lo que encuentres: cintas, paños y toallas. 

Aún son las cuatro de la madrugada...no te queda demasiado tiempo... Un beso a Nicholas y un suave abrazo a Frieda. Aún percibes el frío de la noche que cala la medula espinal y las sinapsis. 

Tapa a los niños con gruesas mantas. Sabes que no es suficiente, que nunca fuiste suficiente. Enciende el gas y pon tu cabeza en el horno. Deja un bonito cadáver.

¿No es hermoso?

El búho ya no apretará más tu corazón, y la bisectriz del estómago desaparece. No has gritado. Te alejas suave y sin ruido. Se terminan las expectativas, das por finiquitadas las ansias de admiración propia y ajena, fulminas con tu ausencia tu incompatibilidad con el mundo. 

Aún tu alma revolotea por la cocina, mientras la enfermera no da crédito a lo que observa. Ted se arrepiente, se lleva las manos a la cabeza en una décima infinitesimal de segundo. 

¿Puedes ver a los niños a salvo?

El espectro, la presencia  de la muerte nunca fue tan anhelada. 

¿Puedes tocarla? 

La cabeza, el horno, la víctima y el verdugo, todos arremolinados. El fénix no emergió de sus cenizas y tus controladores dejarán de molestarte. Desaparecen los campos de exterminio de tu mente. Sabes que no hay marcha atrás ante tu irrevocable decisión. Tienes lo que siempre quisiste: la paz, el silencio, la lejanía de lo terrenal que se había desbordado en un constante flujo de idas y venidas sin rumbo fijo.
El péndulo de la muerte permanece en tu ser, trascendental te alejaste de lo que te rodeó para no volver jamás.
Siempre viva en tus palabras. La rosa marchita mientras su corazón latía. 

El cuervo sabe que  ya no puede apaciguar tu ropa sobre tu cuerpo de hielo y mármol. Llegas al abismo, tu hogar, mientras dejas atrás tus mejillas cinceladas de basalto. 

Y los ángeles no llorarán por ti.
Porque eres árbol, eres flor, eres piedra, nube y nieve. Todo junto.
Tu ojo cuadrangular de diosecilla vio el amor en los demás y el propio, con la extrañeza de quién no pertenece a este mundo, con la flaqueza de una amapola que nunca se agitó por la brisa.
Sin lágrimas, ni azucenas, nos abandonas. La muerte fue placentera para ti, ante la luna de la madrugada. 
La enfermera no tendrá que cuidarte, ni escucharás el quejido mudo de los niños, agazapados por el hielo de la sombría realidad. 

¿Puedes escucharme?

No existe error o acierto, ni esperanzas en tu ataúd, ni plumas de pavos reales.
Regresas a tu esplendor con tus hojas y tu savia, con tus raíces y frutos. Vuelves a la tierra pero una fuerza descomunal te aleja de ella.
Con todos tus miembros te marchas tal como llegaste, sin equipaje. Ahora los ángeles se ríen de nosotras, oigo sus irónicas carcajadas...  quizás se estén riendo de mí. Saben que no puedo verlos. Lo que si vi es que ellos torcieron el cuello para admirarte,  recompuesta y en otra esfera del mundo que muy pocos comprenden. 
El horno fue tu salvoconducto, las estrellas, la luz que atravesó tus huesos hasta llegar al tuétano y el agujero negro del espacio absorbió lo poco que quedaba de tu ser material.

Acabas de caer en la cuenta de que no puedes verle. El barco se ha secado, se aleja por el espacio y se hunde en medio del vacío hasta desaparecer de mi vista de pájaro interestelar.  La muerte, como la vida, es un sueño, un espejismo.

Palabras de ensordecedora verdad te hicieron compañía en aquella parte equidistante y solitaria del universo.
Porque ya no eres vertical, tampoco horizontal. Eres inmortal.


Eterna, Lady Lazarus.



 



 

martes, 18 de mayo de 2021

Firma

 


El próximo viernes, 21 de mayo a partir de las 17.30 h hasta las 19.30h estaré firmando ejemplares de mis últimas obras, en la Feria del Libro de Vallecas.

Me encantaría que estuvierais allí (pretérito imperfecto).

Tenía que ser imperfecto... tan imperfecto como yo.

Un fuerte abrazo, mis queridos lectores. 

Os quiero.




sábado, 29 de febrero de 2020

Ventana al pasado




Junio del 2000

Querida amiga:

Como verás, no me he olvidado de vos, además prometí escribir.
Apenas llegué a Rawson me puse a ordenar el tremendo lío que tenía por la mudanza que hice antes de viajar a Europa desde Buenos Aires.
Mi nuevo hogar queda en la planta baja de la casa de mi mamá y está quedando muy lindo, es muy grande y me sobra espacio por todos lados. Si bien, me falta mucho por hacer, como por ejemplo, pintar y comprar la heladera ¡Ya estoy viviendo ahí!
A mamá voy a usar la computadora, a lavar la ropa y a buscar mimos maternos...
Al principio me costaba pensar estar en mi departamento, me era raro, parecía que estaba de vacaciones pero no estaba. Para colmo, con mi mamá no tengo dramas, nos llevamos muy bien.
Después de acomodarme, me puse a rehacer mi currículum, ¡hacía tanto que no buscaba trabajo!
La verdad es que tuve suerte, conseguí hacer sociedad con una fisioterapeuta que tiene tres bebés y que a la mañana tiene cerrado el consultorio. Ya nos conocíamos y es muy macanuda (palabra muy argentina que significaría "maja").
Hace una semana salió mi aviso en el diario como profesional y solo atendí a tres pacientes, ¡cuánto trabajo! Al menos ya estoy en las cartillas de las obras sociales.
Acá las cosas son más fáciles que en Buenos Aires, pero de todos modos, es difícil empezar de cero.
Lo más lindo de una ciudad pequeña es que voy a mi casa caminando, almuerzo y puedo pavear (haraganear) hasta las cinco ya que todo cierra. No existe el horario corrido ¿No es genial?
Acá se puede vivir casi sin plata aunque mi mamá, después de todo no paga tan mal... ¡Ja,ja! Ella dice que trabajo muy bien de hija.
En cuanto me pueda hacer de una clientela y juntar algo de plata, seguramente pongo mi consultorio.
Por otro lado, en un Instituto de nivel terciario (universitario pero de menos años y por lo general privado), me llamaron para dar un curso de capacitación sobre física, pero para un nivel de docentes. Esto me gusta porque es como un desafío. Comenzaré en agosto y es hasta noviembre. Estoy entusiasmada.
También me invitaron a dar un seminario sobre Discapacidad Visual (mi especialidad) en el hogar de ancianos de la ciudad, porque justo enganché una serie de charlas que tienen que ver con la tercera edad. Me fue bárbaro.
Bueno, la verdad es que apenas hace dos meses que llegué y me están saliendo bien las cosas. Es el tiempo de sembrar para después cosechar. Hay que tener paciencia.
Me hace muy feliz generar cosas para hacer. Soy consciente de que tengo que empezar de cero, pero de eso se trataba y lo pensé mucho.
Otra cosa importante es que por fin me decidí aprender a conducir. Desde que llegué, mi mamá empezó a hinchar para que averiguara en la autoescuela, pero yo no quería porque me daba vergüenza y miedo. Al final me animé y encima conseguí una escuela vial gratuita en un circuito donde hacen carreras de turismo por carretera. No sé si existe esa especialidad allá, sería algo así como Fórmula 1.
También estoy contenta porque una vieja amiga también se instaló aquí, así que, no estoy sola en esto de poblar La Patagonia. Además ella es médica por lo que nos pasamos datos para ir conociendo el ámbito médico de la ciudad.
Los fines de semana voy a tomar mate a la playa, el asadito de los domingos (costumbre típica argentina), caminar tranquila por las calles, juntar nueces o comprar verdura en la chacra (granja), cuidar a mi ahijada, etc.
Hablando de asaditos... Lamento tener que contar que he engordado un par de kilos, así que me propuse a caminar y a hacer algo de ejercicio. No sé cuánto voy a durar porque ya está haciendo frío. El invierno llegó. Hablo de temperaturas bajo cero, pero por suerte seco y con mucho sol.
Veo por la tele que allá están muertos de calor. La verdad es que no veo la hora de volver a España. Quisiera conocer mejor a mi familia, a la de Barcelona y a la de Madrid. Además me quedaron muchos lugares por conocer.

Ni qué hablar de la envidia que me dio saber que se juntaron para salir. Yo me mando e mails con Samuel y cuando me cuenta cosas... me da muchísima nostalgia.

La verdad ¡Qué bien la pasamos en París y qué grupo humano lindo nos tocó! Me gustó todo y disfruté mucho del viaje... No me canso de mirar las fotos, salieron preciosas. Ya te voy a mandar algunas.
Me pregunto cómo habrá salido la foto que te tomaste con la muerte de Atala.
Sos una dulzura de persona y muy madura para tu edad. Estoy segura de que vas a poder cumplir todos tus sueños, y espero que entre ellos sea visitar mi lugar. Te aseguro que es muy hermoso, diferente a cualquier otro: es salvaje.
Bueno, no me quiero poner nostálgica, te mando un beso grande y saludos a los chicos y a Yanice... Si se vuelven a ver.
Los recuerdo con mucho cariño y me hubiese gustado tener más tiempo para conocerlos mejor y compartir más momentos juntos.
Un fuerte abrazo,

Carla.


Museo del Louvre, Abril del 2000
Cuadro, El entierro de Atala, (detalle), de Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson

domingo, 14 de julio de 2019

¡Zanahoria! (Carrot!)


Llega el verano de manera repentina y como consecuencia, se marchará inexorable de la misma forma. Lo percibo en los amaneceres, en los atardeceres que, silenciosos, vaticinan la futura estación y en un ¡Zas!, estamos programando inconscientes la caída de un otoño entremezclado con el invierno.
El tiempo parece que se me echa encima. Los días se me antojan más cortos y la vida transcurre más deprisa.
De nuevo, me retraso en mis entradas. He tenido mucho trajín hasta la fecha y aprovechando la soledad y cierta lucidez mental, me pongo a escribir unas cuantas letras en torno a una de mis obras favoritas, de la cual mi imaginación se ha alimentado e inspirado desde el mismo día que comencé a ver la serie.

Invierno de 1988

Afuera hace frío, el característico frío seco del sur de Madrid. Mis hermanos trastean por las habitaciones, en casa. Mi madre se dispone a recoger la mesa y mi padre, se marcha a trabajar, sin antes decirme dirigiendo su vista a la tele:
Patricia, te va  a gustar.
Al escucharle, hago ademán de no cambiar de canal.
Después, él mira hacia los lados y se despide con un "hasta luego".
Cierra la puerta sin hacer apenas ruido.
Mi madre se queda en el sillón. Aborta la misión de recoger los platos y los restos de comida y pan desordenados sobre la mesa al ver por televisión la introducción de la serie Ana de las Tejas Verdes.
De repente llega mi hermana, que, muy apegada a mi madre desde el mismo día que nació, se sienta junto a ella.
Quietas, escuchamos el evocador comienzo en el pequeño y abarrotado salón.
A través de la pantalla, vemos una adolescente de cabellos anaranjados. Camina por el bosque, un bosque de...
Mi cabeza me lleva a otra parte.
Alejados del mediodía.
Soy consciente de que tengo tarea retrasada de sociales. Son las vacaciones de Navidad. Ese mismo año nos habíamos mudado.
No tengo amigos.

Las tres seguimos escuchando sin apartar nuestra mirada de la tele. Yo, más consciente después del lapsus mental causado por las preocupaciones cotidianas de una niña de diez años.
En la pantalla, la adolescente que camina por un bosque de olmos y lo que parecen abedules canadienses, está recitando un fragmento de un bonito poema de Tennyson, La Dama de Shalott.

Una blancura que fría se estremece
y una brisa suave y quejumbrosa
recorre esa ola que se mece
y a Camelot desciende temblorosa.
Cuatro murallas grises,
cuatro estandartes,
cuatro torres que esculpen en el cielo
el desgarrado llanto de las flores
y a la dama de Shalott el silencio cubre como un velo.
Luz trémula que bajo el cielo muere
y susurra la dama de Shalott
mientras sus recuerdos teje
en un paño de alegre color.
Ella teje de noche y de día
un mágico paño de alegre color
mientras escucha una voz que le susurra
que sobre ella, caerá una maldición
si mira hacia Camelot.
Ella ignora esa voz maldita
y sigue tejiendo sin cesar
aunque agoniza de dolor.
La Dama de Shalott.

Aún hoy, en mi cabeza resuena: el desgarrado llanto de las flores.
Como si las flores estuvieran situadas en un túmulo...

La muchacha pelirroja recorre sin perder de vista el texto verdes planicies, un aserradero, y bosques oscuros hasta que llega a la casa de la Señora Hammond que tiene tantos hijos como para hacer un equipo de fútbol y tras un serio rifirrafe porque ha llegado tarde,  causado en parte, por los argumentos inteligentes de la joven (Ana, en adelante) y porque también, la señora Hammond la percibe tan abstraída de la realidad, que quema el libro de Ana; el único amigo que la había acompañado a lo largo de su discreto recorrido.
Un comienzo con atisbos quijotescos.
Lucy Maud Montgomery  autora de Ana de las tejas verdes y de sus secuelas, fue una escritora canadiense que vivió a finales del siglo XIX y la primera mitad del XX.
 En varias ocasiones me he imaginado a la autora y a Kevin Sullivan leyendo a Don Quijote en diferentes momentos temporales.
¡Quién sabe!
Mark Twain dijo de Ana lo siguiente: la más querida y encantadora niña de ficción desde la inmortal Alicia.
No comparto del todo esta frase, puestos a comparar, es más interesante Ana, el personaje terrenal de imaginación desbordante que el de la universal y quimérica Alicia.
Para gustos, los colores.
Si el Sr. Twain levantara la cabeza...

Volvamos a la serie.
Sigo en el año 88, en el salón; Mi hermana se va con mi madre y mientras tanto, sigo atenta a la serie.
Después de aquella discusión con la Señora Hammond, viene la fatalidad, y con la fatalidad, se abre un camino de posibilidades y no exento de dificultades e inseguridades para la protagonista.
Ana es una huérfana preadolescente,  adoptada por  Marilla y Mathiew Cuthbert, dos hermanos solterones que han sobrepasado los cincuenta y necesitan un chico para los quehaceres de una granja, situada en la bonita localidad de Avonlea, en la Isla Príncipe Eduardo, próxima a Canadá.
Quiénes hayáis visto la serie o leído el libro, el resto es historia y no seré yo quién la vaya a destripar ahora 😅.

Ahora vamos al grano, al punto de inflexión, el más importante de la novela: cuando Ana golpea con la pizarra a Gilbert y todo porque él se siente ignorado por la chica nueva de la escuela.

¡Eh! ¡Tú! ¡Zanahoria! ¡Zanahoria!
Gilbert es el chico  popular de la clase.
Ana con un complejo de tres pares de narices dado por el color rojo de su cabello...Un complejo que le ha ocasionado más de un quebradero de cabeza. Después de un tirón de cabello y de escuchar reiteradamente la palabra "zanahoria" por parte del chico popular, ella estampa la pizarra de sobremesa en la bella faz del Sr. Blythe.




Y es entonces cuando Gilbert se da cuenta que ella no es como las demás, y Ana, sobrelleva un rencor difícil de contener y que la acompaña gran parte de la trama. Un orgullo permanente que me recuerda vagamente a Elisabeth Bennet.

Obnubilada tras terminar de ver la serie. Años más tarde, mi madre compra la colección completa de libros de Ana de las Tejas Verdes editada por Círculo de Lectores. En aquel verano, uno de los tempranos noventa, los libros son mis amigos. Al finalizar la lectura,  puedo confirmar que la serie es una adaptación, más comercial y un tanto caprichosa del productor.

En esta entrada, me he centrado en la Mini -Serie de 1985, ya que me parece que tiene más encanto y fue la primera que vi. La actual, es una versión más simbólica, para la chavalería de ahora no es cursi, son personajes poco idealizados... Pero puestos a elegir, me quedo con la protagonizada por Megan Follows y Jonathan Crombie.
No me llaméis Kitsch.

Me voy a centrar en Jonathan Crombie.
¿Por qué? Os preguntaréis. Porque le amé hace un tiempo.
Soy humana y amo muchos personajes, pero a Jonathan le amé hace unos años. Amé a la persona y al personaje.
Se supone que no se deben mezclar, pero los lectores y espectadores los mezclamos de manera irracional e inconsciente.
¿Quién puede separar a Vivien Leigh de Escarlata O´Hara? ¿Y a Joan Fontaine de Rebecca?
Pues es lo que pasa con este Gilbert, ha trascendido más allá de mi imaginación.
En ocasiones dispongo de una memoria externa, la cual me ayuda a categorizar los protagonistas y me saca del caos mental. En ella albergo personajes propios y ajenos.
Por ejemplo, mi mente visualiza juntos a Eyre y Rochester, a Fermín de Pas y Álvaro Mesía, a Pedro y Leopoldina...
Gilbert está un poco alejado de David Copperfield y cercano a Laurie (el de Louise Marie Alcott).

Jonathan Crombie fue un destacado actor canadiense. Tras la serie, se centró en el teatro y en la comedia.
Y le amé, pero en el momento menos oportuno.
No le amé cuando su personaje rescató a Ana del puente, tampoco cuando le declaró su amor. No le amé en las breves conversaciones. No amé su furtiva e intensa mirada oscura que se escabullía en la sombra de la duda. Tampoco le amé cuando enfermó gravemente.


Le empecé a amar desde el día que me enteré que el actor falleció. Hace unos tres años.

Ahora, vuelvo a ver la serie con otros ojos... Ojos de madre, de esposa, de la mujer imperfecta que ya no es una chiquilla y que aún recuerda a la niña y a la adolescente que vio y leyó por primera vez  Ana de las Tejas Verdes.
Veo al actor y al personaje, ambos vivos entre imágenes y palabras que perduran en este mundo tan material. La tecnología juega a mi favor, es como si Jonathan se escapara de otra dimensión y una máquina del tiempo nos trasladara a aquella época, sabiendo que aquellos momentos nunca volverán.

El cine y la televisión se han alimentado. La literatura ha sido y sigue siendo la diosa madre del cine.
Y viceversa.

Porque somos las melodías que escuchamos,
los libros que hemos leído.
Somos las personas que hemos conocido
y las películas que hemos visto.
Porque somos un cúmulo de experiencias,
las sensaciones que hemos sentido.
Somos las pinturas que hemos contemplado
y los artistas que hemos estudiado.
Porque somos las danzas que bailamos,
los movimientos acompasados.
Somos las personas que hemos sido
y las que no fuimos.

Los libros, amigos inseparables
Al final, de alguna manera, el escritor se alimenta de otros, es así, es como un círculo, es eterno. La eternidad está en nosotros y en ocasiones no somos capaces de ver su  riqueza que nos toca con sus dedos etéreos en un mundo de falso materialismo y de ansias exacerbadas por encontrar la aprobación en los demás de manera apremiante, sin antes, encontrar la propia. Ambos aspectos (lo eterno y lo superfluo) están en constante contradicción, son conceptos que nos rodean, totalmente opuestos y que se rozan; de ahí que no  podamos percibir lo eterno como algo perdurable y sin embargo, jugamos a construir falsos castillos de naipes sin bases sólidas, inconclusos...
Perdura la verdadera riqueza, lo que está en nosotros, en nuestras ideas realizadas y que son expuestas para compartir y mostrar que siempre fuimos eternos sin pretenderlo. Lo material se escapa delante de nuestros ojos, diluyéndose como la efímera e irrepetible espuma de las olas.

Pero en un mundo tan superficial, dominado por la tontería humana... Es difícil verlo.

Desde aquí, os recomiendo para el verano la lectura de Ana de la Tejas Verdes y sus secuelas. Es una obra maravillosa. Los lectores y escritores aprenderán y disfrutarán de la lectura.

Y a ti, mi valiente, incansable lector/a, te deseo un magnífico verano.

A la memoria de Jonathan Crombie. D.E.P./R.I.P.





martes, 8 de enero de 2019

Carta al Mundo


Esta es la carta que nunca envié.
Los Reyes Magos se marcharon, hasta el año que viene no regresarán de Oriente.
Se llevaron las esperanzas quebradas de muchos. Las ilusiones de los niños mayores que por su situación no se pueden permitir ni siquiera pensar en la existencia de Sus Majestades. Pues  no hay Reyes para todos y no hace falta ir muy lejos para comprobarlo.
Y me he preguntado en vísperas de tal festividad, cómo será la carta de algunas personas que de alguna manera, he visto y estoy conectada a ellas.
¿Qué habrá pedido aquella mujer de cabellos grises y despeinados que lleva en silla de ruedas a su hijo?
¿Qué pedirá un padre o una madre que ha perdido a su hijo?
¿Qué pedirá un niño que vive en la extrema pobreza en un terreno sin dueño?
¿Qué pedirá un adolescente que ve sin pena ni gloria cómo cae su nación, ante una deuda fabricada y que deberá pagar sin consuelo de nadie?
¿Qué pedirá un niño ante la precariedad de sus padres ? ¿Y unos padres ante la enfermedad de un hijo o la suya propia?
¿Qué pedirá una niña que anda sola por la calle mientras su familia la busca con desespero?
¿Qué pedirá el amante al ver cómo indolente, pierde a su amada?
¿Qué pedirán las almas que se han doblegado una y mil veces ante el infortunio que las tocó vivir antes de acabar en el eterno purgatorio?
¿Qué pedirán tu corazón y el mío al ver cómo nos destruimos mientras una pandilla de idiotas nos controlan con sus hilos invisibles sin que sepamos que estamos a su merced y que fueron ellos quienes crearon el conflicto?  Exhiben a sus esbirros en una artificial y descontrolada feria de las vanidades mientras nos entretienen, haciéndonos creer en falsos dioses y tributos, subdividiendo religiones, inventando conflictos que nos destruyen.
Observo silenciosa, desde mi anónima posición cómo las familias se dividen, y mujeres y hombres se enfrentan bajo el frío y trémulo aire del invierno europeo.Y cómo la desconfianza reina por doquier en un mundo que se ha convertido en un anquilosado limbo. 
No hay rumbo fijo, y las generaciones futuras pedirán a Sus Majestades más cordura mental y menos cosas materiales. Pero cuando suceda… será muy tarde para pedir a los Reyes.
El planeta se desmorona como un inmenso puzle, cuyas piezas no encajan tras haber sido separadas y expuestas al caos, provocado por la humanidad en sus más altos estamentos: superflua, irresponsable y en el peor de los casos, psicópata.
Siempre agradecida, a ti lector, el tiempo que dedicaste a leerme a lo largo de mi más que discreta trayectoria literaria; testigo mudo e indeleble de mis preocupaciones, anhelos y silencios.
Lejos de caer en el pesimismo, siempre hay esperanza ante la evidente adversidad, incluso en la más absoluta oscuridad, hay un claro de luz que tintinea, escondido detrás de los desordenados árboles de los bosques más profundos de nuestra conciencia y que quiere ser encontrado para iluminar nuestro camino.
Esta es Mi Carta al Mundo, cuyas Majestades, nunca recibirán de mí.

Os deseo unión, paz y amor, en definitiva, un precioso año 2019.
 Ilustración de Metamórfico La Revolución Silenciosa, Parte I, año 2018.

Todos los derechos reservados. 
Copyright Patricia Bermejo Gallego.


lunes, 6 de agosto de 2018

Lo que el viento no se llevó


Hace más de un mes, me sucedió algo muy divertido (no exento de peligro) en El encuentro de escritores y lectores en Pinto. Como algunos sabrán, la profesión de escritor (y/o aspirante) dentro de la literatura y por qué no también de la subliteratura, es como poco, arriesgada y nada glamurosa; Como anécdota y refiriéndome a esto último, la primera vez que fui a firmar ejemplares a la Feria del Libro de Madrid, la maleta que contenía los libros que llevaba se rompió. Teniendo en cuenta que llevaba más de 20 ejemplares de unas 660 páginas cada uno... en una maleta sin ruedas, y una mujer con poca fuerza en los brazos... Esto puede llegar a ser una experiencia nada estimulante y carente de estilo. Sin contar el aspecto económico (el cual, me ocuparía otra entrada).
Parece ser que para desarrollarse en esta carrera es necesario pasar por una serie de vicisitudes si queremos al menos, dar a conocer un poquito más nuestras obras sin previo mecenazgo.

Aquel día ya lo había comentado durante la mañana a los distintos compañeros de letras. La predicción del tiempo indicaba que por la tarde se avecinaba una tormenta eléctrica. No obstante, las palabras de escritores (que no me creían en lo de la tormenta) y también los rayos del sol que muy tímidos se asomaban entre la oscuridad (aún discreta) de las nubes, me animaron a ir por la tarde. De hecho,  había quedado con una lectora beta, amiga mía.
Todo lo que sucedió durante aquella tarde, fue rápido, inesperado...

Línea, Tribales, Diseño, Plantilla
Organizador 1 Escritor de contemporánea
Madre del Organizador 1
Organizador 2 Escritora de Romántica y Misterio
Cuentera infantil
Escritores de Ciencia Ficción (no pastelada)
Escritora de Contemporánea
Escritoras de Poesía
Y al otro lado, cerca carpa de la librería: Escritoras de Erótica (no conocen la censura)
y Libreros.
Lectora Beta. (Buscadora de libros)
Línea, Tribales, Diseño, Plantilla


Escritora de contemporánea  acaba de llegar. Tras haber saludado con ademán impaciente a las intrépidas escritoras de erótica y a los libreros, camina hacia su carpa y se dispone a ordenar sus pocos ejemplares. Mira hacia el cielo, y baja la cabeza. Rápida, busca en su bolso el móvil maltrecho, una vez que lo ve sin sacarlo del bolso, mira la hora, un tanto preocupada.
De repente, llega la Lectora Beta, observa con curiosidad aunque de reojo los ejemplares de las escritoras de poesía, se queda mirando a la escritora de contemporánea y ésta tras reconocerla avanza un paso y se dan un efusivo abrazo y un beso.

Escritora de contemporánea:¿Qué tal estás? ¿Cómo te va todo?
Lectora Beta: Como siempre, trabajando. ¿Y tú?
Escritora de contemporánea: Igual, trabajando.
Lectora Beta: ¿Cómo lo haces?
Escritora de contemporánea: Escribo de noche. Ya sabes, cuando puedo. Creo que acabaré desdoblándome.

Entre risas, se acerca el Organizador 1, interesado, saluda a la Lectora Beta.

Escritora de contemporánea: Te presento a mi amiga, es una gran lectora. Lee cualquier género.
Organizador 1: Encantado.
Organizador 1 y Lectora Beta se dan un apretón de manos.
Lectora Beta: ¿Creéis que va a llover?
Escritora de contemporánea: No lo sé... En la tele dijeron que iba a haber tormenta eléctrica.
Escritora de poesía: Sí, lo dijiste por la mañana también.
Organizador 1: A ver si esto se anima... no pasa mucha gente... Esperemos que no nos llueva. Han venido escritores de fuera y no podemos cancelarlo.
Escritora de contemporánea: Si llueve, nadie vendrá y habrá que cerrar de todas formas.
Lectora Beta:  a lo mejor no llueve.

De repente, varios truenos interrumpen el relativo silencio de un parque urbano a las cinco y pico de la tarde. Las nubes se tornan intensamente oscuras. El ruido intimidante de los truenos es cada vez más frecuente, amenaza una gran tormenta. ¡Tan fuerte!, que comienzan a moverse las telas de las carpas y algunos carteles de manera violenta y repentina. El viento se intensifica y cada uno toma posición para defender su zona.

Organizador 1: ¡Hay que cerrar las carpas, para que no se vuelen!
Madre del organizador 1: ¡Hay que guardar los libros, se van a mojar!
Escritora de contemporánea: Mierda, mierda ¡Joder! Se van a mojar...
Lectora Beta: Así no los vas a proteger, ¡guárdalos!
Escritora de Poesía: Hay que cerrar las carpas... Aunque hay zonas que no podemos cerrar... están rotas.
Lectora beta: Esto está muy fuerte, el velcro, no va, no pega. El viento es más fuerte que la tela de la carpa.
Madre del organizador se dirige a duras penas "  a contraviento" a la escritora de contemporánea: ¡Niña, guarda los libros!
Escritora de Contemporanea desiste en el intento de protegerlos y los guarda como puede en una bolsa de plástico resistente de unos reconocidos almacenes. Al más puro estilo Gollum...
"Mi tesoro..."
Lectora Beta: Y yo que creía que iba a tener una tarde tranquila, y ¡Mírame! El viento nos arrastra y la lluvia nos está empapando.
La escritora de contemporánea avergonzada, echa una mano y sujeta la estructura como puede. Una risa nerviosa la invade mientras se masca comicidad y tragedia cotidiana.
Organizador 2: ¡Hay que ayudar...por allí la carpa se ha caído!


Todos sostienen las estructuras metálicas de las carpas, algunas ya por el suelo como en el caso de la cuentera no tienen remedio, otras  resisten a los embistes gracias a la rapidez de la escritora de poesía, la Lectora Beta  y los Escritores de Ciencia Ficción que quieren proteger los libros a toda costa. Organizador 1 y Organizador 2  echan una mano a la pobre cuentera. El viento dura bastante tiempo y la lluvia espolea violenta la superficie cutánea de los presentes y de varios ejemplares que quedaron expuestos sobre las mesas y no se pudieron salvaguardar.
Por lo inverosímil de la situación, algunos hacen fotografías. La escritora de contemporánea no da crédito a lo que está viendo. Las bromas y los selfies están en medio del caos rústico.
Este fue el resultado visto desde detrás de las carpas una vez alejada la tormenta.

Fotografía de Escritora Erótica
El viento se llevó:
Las carpas,
algún árbol,
la tarde literaria en el parque.

El viento no se llevó:
Las risas,
los ánimos,
La esencia friki en el parque.
Y el recuerdo inefable de las personas que participaron.



A la memoria de Manola, madre de Manolo.
Madre del Organizador 1
D.E.P















martes, 17 de abril de 2018

Divide et impera


 Fantasía, La Cara, Cadena, Surrealista

Tenía pensado escribir acerca de ello en el mes anterior, en marzo, mes de la mujer por excelencia. Aunque cabe decir que durante todo el año debemos crear más conciencia de todo lo que nos rodea y de las personas que por unas circunstancias les toca vivir una serie de injusticias por su condición, su estado físico o mental, etc.
Esta reflexión la hago con el corazón y con el sano convencimiento de que hay un circo mediático, es decir, la realidad supéflua y equívoca y otra, quizá más imperceptible, que es la que contiene el mensaje o al menos se va acercando a una realidad más fiel, y que también existe.
Todo está sujeto a interpretación, pero una serie de datos me impulsa a  tratar el tema con el rigor y el respeto que merece. Porque a pesar de que son pocos los que me leen, estarás de acuerdo conmigo, que, al igual que tú, soy una persona con todo el derecho del mundo a pensar... O sea: pienso, luego existo.  
Los datos que expongo no me los estoy inventando. Pefiero ser directa, y evitar ciertos tópicos ñoños con aires pusilánimes como "feminazi" o similares típicos desprecios de la sinrazón. 
¿Estás preparado? Ahí va eso.

Mujeres que han ganado un Nobel en Literatura: 13
Hombres que han ganado un Nobel en Literatura:  100
Mujeres que han ganado un Nobel en física:2
Hombres que han ganado un Nobel de física: 205
Mujeres que han ganado un Cervantes:3
Hombres que han ganado un Cervantes: 39
Mujeres, ganadoras del Premio Planeta:16
Hombres, ganadores del Premio Planeta: 50
Mujeres, ganadoras del Premio Nadal: 14
Hombres, ganadores del Premio Nadal: El resto; ya me cansé de contarlos.

Quizá me he dejado alguno pendiente, pero a ciertas horas de la noche, el cansancio hace mella en mi organismo y ya no se puede dar más de sí.

Fuente: www.wikipedia.org

En fin, que las ganadoras de tan importantes premios cabrían casi casi, en un posh-it.

Según El Periódico en el año 2017, 8 de cada 10 directivos son hombres https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20171026/el-80--de-directivos-son-hombres-pese-a-que-ellas-tienen-la-misma-ambicion-638
Las mujeres terminan los estudios universitarios y proliferan en las Universidades pero la gran mayoría de puestos de responsabilidad son ocupados por  hombres. No lo entiendo.

Mi responsabilidad es empezar a ser más crítica con lo que me rodea y transmitirlo.  Dejémonos de gilipolleces, de dividirnos, porque el enemigo no es el  "currito" que sale a trabajar día tras día, ni los  hombres separados de sus mujeres que no pueden pasar las pensiones, y que algunos soportan órdenes de alejamiento infundadas. No observemos con desprecio al hombre que trabaja en un puesto intermedio... No defiendo a los hombres, sino que estoy señalando a los que han establecido un sistema de eterna psicopatocracia y falocracia que rezuma porquería por los cuatro costados. Y el dinero es quién manda en todo este sistema.

Están ahí arriba, observándonos. Manipulando los medios, porque son los que tienen el poder. El poder de determinar quién se va a llevar el gato al agua. Los medios convencionales influyen a gran escala. Decidieron por ti aunque no te estés dando cuenta.

No todos los hombres pobres son honrados,
no todos los hombres ricos son psicópatas,
no todas las madres son madres,
ni todas las mujeres son buenas.

Quién tiene el poder, tiene el mando. 
Divide et impera, dijo Julio César.
Dividir proviene de la palabra Diavolo, dijo Pilar Baselga.
Ósea que el diablo está metido en todo esto.
Cuidado con el hombre vestido de esmoquin 
al que jamás podrás ver y es quién controla el cotarro.
Pulgar Marca, Pulgar, Calle

"La unidad hace la fuerza, la lucha desechos". Escribió Esopo.

Un escritor, no debe ponerse un velo en los ojos. Nuestra responsabilidad es LA PALABRA e intentar mostrar parte de la realidad aunque duela. 
Al final, la verdad saldrá a la luz, y nos liberará de tanta hipocresía e infrahumanidad.

https://www.trendencias.com/feminismo/un-escandalo-sexual-podria-dejarnos-sin-premio-nobel-de-literatura-por-primera-vez-desde-1943
¡Buenas noches!